Después de poco más de un año en el mercado, y ahora que anuncian su expansión me atrevo a hacer una evaluación de Diablo 3. Es uno de los juegos que conozco con mayor profundidad, puesto que le he dedicado muchas horas (600+) desde que salió al mercado el 15 de mayo de 2012.
Quiero destacar que ese juego que fue lanzado al mercado, no es el mismo que puedes disfrutar ahora. Cuando Diablo 3 sacó su primera versión completa, irónicamente, era un juego incompleto. No solo le faltaban cosas que habían anunciado (principalmente su modo jugador contra jugador), sino que había aspectos del juego que se dan por sentado, y no estaban presentes en esa primera versión del juego.
Al comenzar, puedes escoger entre 5 clases que luego analizaré en profundidad. No hay manera de equivocarse puesto que todas son divertidas, aunque es un hecho aceptado por la comunidad que el Bárbaro es la clase más eficiente.
Aunque la historia no tiene nada de especial, y es corta, justifica de alguna manera el festival de destrucción que causa tu personaje. Lo que no se justifica es tener que jugar la misma ruta 3 veces para llegar a una cuarta y última dificultad, que sólo esta disponible para los personajes de nivel máximo. La tarea de subir de nivel se convierte en algo repetitivo y tedioso, en lugar de ser la estrella del juego.
Mientras vamos subiendo de nivel, el juego va desbloqueando poco a poco las distintas habilidades de los personajes, y luego runas que modifican lo que hacen estas habilidades. Es un sistema que busca la variedad, aunque siempre hay combinaciones que son mucho mejores que otras. Puedes cambiar las habilidades que usas en cualquier momento sin ningún tipo de penalización o costo, pero solo puedes utilizar 6 habilidades a la vez, y escoger 1 runa para cada habilidad.
La base del juego es hacerte cada vez mas fuerte, ya sea subiendo de nivel hasta el máximo de 60, o consiguiendo mejor equipamiento. Sin embargo, no hay nada que hacer aparte de esto, una vez que acabamos con todos los niveles de dificultad. A esto me refería en otra entrada, cuando dije que el mayor fracaso de Diablo 3, es la falta de Endgame. Trataron de arreglar esta situación con el sistema Paragon, pero claramente no es suficiente 100 niveles más, especialmente cuando no tienes nada que hacer con ese personaje luego de llegar a este punto.
En el apartado gráfico, el juego es excelente. Las texturas, escenarios y efectos son increíbles y detallados, pocos juegos se ven tan bien como éste. Y por si esto no es suficiente, si algo sabe hacer bien Blizzard, son secuencias cinemáticas. Son las mejores del mercado, y lo han sido por mucho tiempo. Pero para la tranquilidad de muchos jugadores, no necesitas un PC traído de la NASA para jugar Diablo 3. Por suerte es un juego que se adapta a los recursos de cada computador, y puedes jugarlo en cualquier equipo relativamente reciente (3 a 4 años), aunque gráficamente no se presente tan bien como en un PC armado con la tecnología más reciente.
A nivel de jugabilidad, este juego tiene pocos rivales. Posee un sistema de combate frenético y divertido que hace que el jugador se sienta como un dios, acabando con hordas de demonios, mientras presenta un reto, puesto que hay grupos de enemigos que tienen un nivel de poder mayor y vienen con sus propias habilidades que escogen entre una lista. Estos enemigos se hacen cada vez más complicados, puesto que en el último nivel de dificultad pueden escoger hasta 4 de estas habilidades, y al ser estas al azar, pueden resultar combinaciones devastadoras que requieren de mucho cuidado y estrategia a la hora de enfrentarlos. Es un sistema que ofrece variedad y alarga el tiempo de vida del juego, y con la posibilidad de aumentar la dificultad a través del "Monster Power", esto resulta en una experiencia que puede durar más allá de las miles de horas.
La información es presentada al jugador de una manera precisas y sencilla, de modo que sea fácil reconocer cuando un item es mejor que otro, y que estadísticas mejora. Tiene pocos sistemas escondidos, aunque igual requiere de cierto estudio y conocimiento de parte del jugador para saber que requiere de su armadura si busca la mayor eficiencia.
Finalmente, voy a hacer una breve mención al sistema de la casa de subastas, puesto que exploraré este asunto a mayor profundidad en una próxima entrada. La cuestión es que hay dos casas de subastas, una de oro, y otra de dinero real donde los jugadores pueden poner a la venta los items que no necesitan, y comprar mejoras para su personaje. Es un sistema que eventualmente se convierte en un juego en si mismo, puesto que genera una "economía" dentro del juego y las posibilidades son infinitas al comprar barato, vender caro, cambiar entre casas de subasta, etc. Sin embargo esto no viene sin su carga de problemas, puesto que esta economía se vuelve inestable por varios factores, siendo el principal, la multiplicación de bots.
En conclusión, Diablo 3 es un juego que en su nivel básico cumple: es MUY divertido. Sus problemas vienen de otros sitios, como su economía inestable y su carencia a nivel de endgame. Si quieres matar demonios y pasar buenos ratos, lo recomiendo por completo. Sin embargo, si planeas que este sea tu juego "fijo" por mucho tiempo, no cumplirá las expectativas. Adicionalmente debo colocar una advertencia para los fanáticos de Diablo 2, este juego probablemente no es para ustedes. No conozco al primer fanático de la entrega anterior que este complacido por Diablo 3. Si es tu caso, creo que te irá mucho mejor probando Path of Exile, y en ese caso, puedes verlo por ti mismo ya que este juego es gratuito.
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